Traducir sin rendirse: escritura feminista en contextos patriarcales
¿Cómo escribir desde una mirada feminista crítica cuando trabajamos en espacios donde se exige un lenguaje neutro, técnico, supuestamente “objetivo”? ¿Qué hacemos cuando las estructuras institucionales —académicas, laborales o gubernamentales— no reconocen otras formas de decir, nombrar o narrar?
Esta es una tensión conocida para muchas personas que habitan organizaciones generizadas y patriarcales: escribir para sobrevivir… pero también para resistir.
Inspirándonos en prácticas de desobediencia epistémica, esta entrada propone la traducción como una estrategia política. Traducir no como traicionar, sino como táctica de subversión. Es posible escribir para el sistema sin borrar nuestra voz. Se puede argumentar dentro de un marco normativo y, al mismo tiempo, abrir fisuras, hacer preguntas incómodas, dejar rastros de otra mirada.
Aquí algunas prácticas para habitar los márgenes con astucia:
· Notas al pie como grieta: cuando el cuerpo del texto debe mantener cierta “seriedad” institucional, la nota al pie puede ser el lugar donde dejamos hablar a nuestras otras voces. A veces, lo más radical está en lo pequeño.
· Lenguaje técnico con código crítico: usar categorías esperadas pero darles la vuelta. Por ejemplo, hablar de “eficacia institucional” para cuestionar su relación con la exclusión estructural.
· Desdoblamientos selectivos: escribir “las y los usuarios”, “las trabajadoras y los trabajadores” no siempre será suficiente ni ideal, pero en algunos contextos sigue siendo una forma de romper la falsa neutralidad masculina.
· Anexos y secciones liminales: introducir preguntas críticas en justificaciones metodológicas, marcos teóricos o conclusiones, aunque no sean el eje central del documento. A veces, lo antisexista se filtra como una cuña.
· Coautorías y alianzas estratégicas: escribir con otras personas puede abrir espacios para negociar el tono, el enfoque o las referencias de modo que amplifiquen voces críticas sin exponerse individualmente.
Estas formas de “escribir entre líneas” no son cobardía, sino estrategias situadas para resistir sin ser expulsadas, para sostener lo que creemos sin agotarnos en la defensa permanente. Ser antisexista en la escritura institucional no siempre es escribir manifiestos: a veces es lograr que una pregunta incómoda llegue a un comité, que una perspectiva feminista entre en una política pública, que una crítica se archive en un documento oficial.
💭 Traducir sin rendirse es una forma de cuidarnos sin ceder. No se trata de ocultar quiénes somos, sino de intervenir el lenguaje dominante desde adentro, con inteligencia y con intención.
🌿 Si te resuena esta tensión entre lo que piensas y lo que “te permiten” escribir, no estás sola. Por eso, en el Laboratorio de Antisexismo abrimos el espacio Escritura Acompañada: un lugar seguro, feminista y colectivo para escribir desde el cuerpo, el saber situado y la desobediencia académica.
✏️ Aquí compartimos dudas, estrategias y escrituras que no caben en los formatos normativos. Algunas logran filtrarse. Otras simplemente necesitan nacer.
🗓️ Modalidad presencial y virtual.
📌 Gratuito y abierto a todas las voces que resisten con palabras.
🔗 Más información aquí: https://www.antisexismo.mx/mentoring
Traducir sin rendirse: escritura feminista en contextos patriarcales © 2025 by Andrea de la Barrera Montppellier is licensed under CC BY-NC-ND 4.0. To view a copy of this license, visit https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/